15M

El 15 de mayo de 2011, tras una manifestación convocada por el movimiento social Democracia Real Ya, un pequeño grupo de gente decide quedarse en la puerta del Sol toda la noche. Tras el desalojo violento de la policía, la respuesta fue abrumadora. Al día siguiente miles de personas acamparon en pleno centro de Madrid. Con las elecciones a la vuelta de la esquina (el 22 de mayo) el descontento social con la clase política y la frustración al ver cómo los bancos eran “rescatados” en medio de una tremenda crisis económica que volvían a pagar las clases más débiles ya precarizadas, se juntaron en las acampadas que empezaron a florecer por todo el estado.

¿Qué reclamaba el 15M? Algunas de sus reivindicaciones eran: una democracia real y más participativa, persecución de la corrupción política, cambios en la ley electoral y el fin del bipartidismo, derecho a una vivienda digna y el fin de los desahucios, rechazo a las políticas de austeridad provenientes de Europa como medio de manejar la crisis, sanidad y educación públicas, universales y de calidad, libre circulación de personas…

A partir de las acampadas y de las asambleas de barrio que se crearon al descentralizar las protestas, nació un periodo de movilizaciones que se extendería hasta 2015, (coincidiendo con el año en que Podemos, nacido al calor del 15M, consiguió sus mejores resultados electorales, canalizando buena parte de la ilusión por el cambio que se había generado.)

Fueron unos años en que creímos que podíamos cambiar las cosas. En que personas que nunca se habían acercado a la política empezaron a juntarse en los barrios con sus vecinas y vecinos para tratar de cambiar aquello que no les gustaba, organizándose y apoyándose. Para tratar de parar los desahucios, para plantar huertos urbanos, crear bancos de tiempo, coros musicales, se improvisaron “escuelas” donde aprender todo tipo de cosas útiles; pero sin duda, la mejor escuela fue la escuela politizadora que supuso el 15M y todo lo que vino detrás; la “spanish revolution” (que mantuvo la acampada en Sol desde el 15 de mayo hasta principios de agosto, nada menos) nos dejó la sensación de que cuando la gente se junta, es capaz de hacer aquello que parecía imposible. Quizá no estaría de más recordarlo ahora, casi 15 años después, con un genocidio en nuestras pantallas a diario y el mundo gobernado por psicópatas.